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martes, 1 de noviembre de 2016

LOS MOTIVOS DEL LOBO (Ruben Dario)

LOS MOTIVOS DEL LOBO
Autor: Ruben Dario
Recita: Manuel Bernal



El poeta modernista Rubén Darío, cuyo nombre era Félix Rubén García Sarmiento, nació en Metapa, Nicaragua en 1867 y murió en León de Nicaragua en 1916.

Una de las poesías, representativas de su etapa de madurez literaria, fue recopilada después de su muerte y publicada en Mundial Magazine en 1913

" Los motivos del lobo " 







El varón que tiene corazón de lis, 
alma de querube, lengua celestial, 
el mínimo y dulce Francisco de Asís, 
está con un rudo y torvo animal, 
bestia temerosa, de sangre y de robo, 
las fauces de furia, los ojos de mal: 
el lobo de Gubbia, el terrible lobo, 
rabioso, ha asolado los alrededores; 
cruel ha deshecho todos los rebaños; 
devoró corderos, devoró pastores, 
y son incontables sus muertes y daños. 

Fuertes cazadores armados de hierros 
fueron destrozados. Los duros colmillos 
dieron cuenta de los más bravos perros, 
como de cabritos o de corderillos. 

Francisco salió: 
al lobo buscó 
en su madriguera. 
Cerca de la cueva encontró a la fiera 
enorme, que al verle se lanzó feroz 
contra él. Francisco, con su dulce voz, 
alzando la mano, 
al lobo furioso dijo: ¡Paz, hermano 
lobo! El animal 
contempló al varón de tosco sayal; 
dejó su aire arisco, 
cerró las abiertas fauces agresivas, 
y dijo: ¡Está bien, hermano Francisco! 
¡Cómo! exclamó el santo. ¿Es ley que tú vivas 
de horror y de muerte? 
¿La sangre que vierte 
tu hocico diabólico, el duelo y espanto 
que esparces, el llanto 
de los campesinos, el grito, el dolor 
de tanta criatura de Nuestro Señor, 
no han de contener tu encono infernal? 
¿Vienes del infierno? 
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno 
Luzbel o Belial? 
Y el gran lobo, humilde: ?¡Es duro el invierno, 
y es horrible el hambre! En el bosque helado 
no hallé qué comer; y busqué el ganado, 
y en veces comí ganado y pastor. 
¿La sangre? Yo vi más de un cazador 
sobre su caballo, llevando el azor 
al puño; o correr tras el jabalí, 
el oso o el ciervo; y a más de uno vi 
mancharse de sangre, herir, torturar, 
de las roncas trompas al sordo clamor, 
a los animales de Nuestro Señor. 
Y no era por hambre, que iban a cazar. 
Francisco responde: En el hombre existe 
mala levadura. 
Cuando nace viene con pecado. Es triste. 
Mas el alma simple de la bestia es pura. 
Tú vas a tener 
desde hoy qué comer. 
Dejarás en paz 
rebaños y gente en este país. 
¡Que Dios melifique tu ser montaraz! 
Está bien, hermano Francisco de Asís. 
Ante el Señor, que todo ata y desata, 
en fe de promesa tiéndeme la pata. 
El lobo tendió la pata al hermano 
de Asís, que a su vez le alargó la mano. 
Fueron a la aldea. La gente veía 
y lo que miraba casi no creía. 
Tras el religioso iba el lobo fiero, 
y, baja la testa, quieto le seguía 
como un can de casa, o como un cordero. 

Francisco llamó a la gente a la plaza 
y allí predicó. 
Y dijo: He aquí una amable caza. 
El hermano lobo se viene conmigo; 
me juró no ser ya nuestro enemigo, 
y no repetir su ataque sangriento. 
Vosotros, en cambio, daréis su alimento 
a la pobre bestia de Dios. ¡Así sea!, 
contestó la gente toda de la aldea. 
Y luego, en señal 
de contentamiento, 
movió testa y cola el buen animal, 
y entró con Francisco de Asís al convento. 



Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo 
en el santo asilo. 
Sus bastas orejas los salmos oían 
y los claros ojos se le humedecían. 
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos 
cuando a la cocina iba con los legos. 
Y cuando Francisco su oración hacía, 
el lobo las pobres sandalias lamía. 
 
Iba por el monte, descendía al valle, 
entraba en las casas y le daban algo 
de comer. Mirábanle como a un manso galgo. 
Un día, Francisco se ausentó. Y el lobo 
dulce, el lobo manso y bueno, el lobo probo, 
desapareció, tornó a la montaña, 
y recomenzaron su aullido y su saña. 
Otra vez sintióse el temor, la alarma, 
entre los vecinos y entre los pastores; 
colmaba el espanto los alrededores, 
de nada servían el valor y el arma, 
pues la bestia fiera 
no dio tregua a su furor jamás, 
como si tuviera 
fuegos de Moloch y de Satanás. 

Cuando volvió al pueblo el divino santo, 
todos lo buscaron con quejas y llanto, 
y con mil querellas dieron testimonio 
de lo que y perdían y sufrian tanto 
por aquel infame lobo del demonio. 

Francisco de Asís se puso severo. 
Se fue a la montaña 
a buscar al falso lobo carnicero. 
Y junto a su cueva halló a la alimaña. 
En nombre del Padre del sacro universo, 
conjúrote dijo, ¡oh lobo perverso!, 
a que me respondas: ¿Por qué has vuelto al mal? 
Contesta. Te escucho. 
Como en sorda lucha, habló el animal, 
la boca espumosa y el ojo fatal: 
Hermano Francisco, no te acerques mucho... 
Yo estaba tranquilo allá en el convento; 
al pueblo salía, 
y si algo me daban estaba contento 
y manso comía. 
Mas empecé a ver que en todas las casas 
estaban la Envidia, la Saña, la Ira, 
y en todos los rostros ardían las brasas 
de odio, de lujuria, de infamia y mentira. 
Hermanos a hermanos hacían la guerra, 
perdían los débiles, ganaban los malos, 
hembra y macho eran como perro y perra, 
y un buen día todos me dieron de palos. 
Me vieron humilde, lamía las manos 
y los pies. Seguía tus sagradas leyes, 
todas las criaturas eran mis hermanos: 
los hermanos hombres, los hermanos bueyes, 
hermanas estrellas y hermanos gusanos. 
Y así, me apalearon y me echaron fuera. 
Y su risa fue como un agua hirviente, 
y entre mis entrañas revivió la fiera, 
y me sentí lobo malo de repente; 
mas siempre mejor que esa mala gente. 
y recomencé a luchar aquí, 
a me defender y a me alimentar. 
Como el oso hace, como el jabalí, 
que para vivir tiene que matar. 
Déjame en el monte, déjame en el risco, 
déjame existir en mi libertad, 
vete a tu convento, hermano Francisco, 
sigue tu camino y tu santidad. 

El santo de Asís no le dijo nada. 
Le miró con una profunda mirada, 
y partió con lágrimas y con desconsuelos, 
y habló al Dios eterno con su corazón. 
El viento del bosque llevó su oración, 
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...

viernes, 14 de octubre de 2016

SE ME OLVIDO OTRA VEZ (Alberto Aguilera Valadez)

JUAN GABRIEL

(Autor: Letra y Música Alberto Aguilera Valadez)

Todo ha sido ya escrito, acerca de la trayectoria profesional de  este, tan admirado, cantante, poeta y compositor. Lo único que nos queda, a quienes admiramos el don que Dios le dió, es, escuchar sus canciones y deleitarnos con sus metafóricas letras, cuyos poemas, hechos canción son inigualables.

Aquí, como podrás observar tienes varias versiones de esta bella composición. ¿Cual es la de tu agrado?

SE ME OLVIDO OTRA VEZ


Probablemente ya
de mi te has olvidado
Y mientras tanto yo
te seguiré esperando

No me he querido ir
para ver si algún día
que tu quieras volver
me encuentres todavia

Por eso aun estoy
en el lugar de siempre
En la misma ciudad
y con la misma gente

Para que tu al volver
no encuentres nada extraño
Y seas como ayer
y nunca mas dejarnos

Probablemente estoy
pidiendo demasiado
Se me olvidaba que
ya habíamos terminado

Que nunca volverás
que nunca me quisiste
Se me olvido otra vez
que solo yo te quise

Por eso aun estoy
en el lugar de siempre
En la misma ciudad 
y con la misma gente

Para que tu al volver
no encuentres nada extraño
Y seas como ayer 
y nunca mas dejarnos

Probablemente estoy
pidiendo demasiado
Se me olvidaba que
habíamos terminado

Que nunca volverás
que nunca me quisiste
Se me olvido otra vez
que solo yo te quise




MANÁ


ISABEL PANTOJA



ROCIO DURCAL




ALEJANDRO FERNANDEZ




LOLA BELTRAN Y JUAN GABRIEL






viernes, 26 de febrero de 2016

ZAMBA DE AMOR EN VUELO (Tamara Castro)

ZAMBA DE AMOR EN VUELO
Autor: Jorge Milikota
Cantante: Tamara Castro








Como un tizón encendido
ardiendo dentro mi sangre
tu sombra viene conmigo
y no la puedo arrancar.

Te llevo por los caminos
como un abrojo prendido,
prendido a mi caminar.
Te llevo por los caminos
como un abrojo prendido,
prendido a mi guitarrear.

Por esas ramas del viento
veo anunciado tu pelo
y en los alambres del tiempo
jirones de soledad.

Se deshilacha el recuerdo
sabiendo que estas muy lejos
y que ya no volverás.

Se deshilacha el recuerdo
sabiendo que estas muy lejos
de aquella nuestra verdad.

Estremecidos de cielo
yo vi tus ojos llorar.
La noche pide guitarra
la zamba busca el olvido
y yo te quiero cantar.
La noche pide guitarra
la zamba busca el camino
yo no te puedo olvidar.

Como un sutil alfarero
te fui tallando en mis sueños
a golpe de greda y fuego
a fuerza de tanto amar.

Y en el telar de un coplero
te dibujé verso a verso
para no perderte más.

Y en el telar de un coplero
te dibujé verso a verso
para besarte al cantar.

Aquella luna perdida
como un capullo en el cielo
se me hace que es tu pañuelo
que en una zamba se va.

Y en el temblor del lucero
como siguiendo tu vuelo
mis pensamientos se van.

Y en el temblor del lucero
como siguiendo tu vuelo
mi amor, mi amor te sale a buscar.

Estremecidos de cielo...

miércoles, 24 de febrero de 2016

LA LOPEZ PEREIRA (Julia Elena Davalos)


LA LOPEZ PEREIRA

Autor: Artidorio Cresseri

Cantante: Julia Elena Dávalos



Cantante: Julia Elena Dávalos



Yo quisiera olvidarte, me es imposible mi bien, mi bien 
tu imagen me persigue, tuya es mi vida y mi amor también 
y cuando pensativo yo solo estoy 
deliro con la falsía con que ha pagado tu amor, mi amor. 

Si yo pudiera tenerte a mi lado todo el día 
de mis ocultos amores paloma te contaría 
pero es inútil mi anhelo, jamás, jamás 
vivo solo para amarte, callao y triste, llorar, llorar. 

Me han dicho que no me quieres pero eso no es un motivo 
me privas de tu mirada mi alma sin ella no vivo 
voy a ocultarme a un selva solo a llorar 
pueda ser que en mi destierro tus ojos negros pueda olvidar. 

En una noche serena al cielo azul miré, miré 
contemplando a las estrellas a la más bella le pregunté 
si era ella la que alumbraba tu amor, mi amor 
para pedirle por ella al Dios piadoso resignación. 

LA AÑERA (SUNA ROCHA Y LITO VITALE



LA AÑERA
(Atahuallpa Yupanqui)
(Zamba)




SUNA ROCHA Y LITO VITALE






¿ Dónde está mi corazón, 
que se fue tras la esperanza? 
Tengo miedo que la noche 
me deje también sin alma.

Tengo miedo que la noche 
me deje también sin alma.

¿ Dónde está la palomita, 
que al amanecer lloraba? 
Se fue muy lejos, dejando 
sobre mi pecho, sus lágrimas.

Se fue muy lejos, dejando 
sobre mi pecho, sus lágrimas.

Cuando se abandona el pago 
y se empieza a repechar, 
tira el caballo adelante 
y el alma tira pa' trás.

tira el caballo adelante 
y el alma tira pa' trás.

Yo tengo una pena antigua; 
inútil botarla fuera. 
Y como es pena que dura, 
yo le he llamado la añera.

Y como es pena que dura, 
yo le he llamado la añera.

¿ Dónde están las esperanzas?...
¿Dónde están las alegrias?...
La añera es la pena vieja, 
y es mi sola compañía.

La añera es la pena vieja. 
y es mi sola compañía.

Cuando se abandona el pago 
y se empieza a repechar, 
tira el caballo adelante,
y el alma tira pa' trás.

tira el caballo adelante. 
y el alma tira pa' trás.